El ISM manufacturero, que mide la actividad industrial, de agosto en EEUU subió 1,8 puntos hasta niveles de 56, el dato más elevado desde enero de 2019. Es el cuarto mes consecutivo tras la contracción de abril, que puso fin a un período de 131 meses consecutivos de crecimiento.
La economía de EEUU no flojea, ni tampoco el sector industrial. Los indicadores adelantados del sector aumentan desde el impacto inicial de la pandemia. Prueba de la recuperación es que los nuevos pedidos alcanzan el nivel más elevado desde enero de 2004.
También ha crecido la producción y la cartera global de pedidos. Por su parte, el empleo sube pero todavía sigue por debajo de 50 puntos, que marca la diferencia entre la contracción y la expansión del trabajo.
Antes del ISM se ha conocido el PMI del sector, que también mide la actividad del sector industrial. Este índice es menos seguido por el mercado. Pero también apunta a una recuperación robusta. Se situó en agosto en 53,1 puntos, en máximos desde febrero de 2019.
Los buenos datos de EEUU contrastan con los de Europa.