La inflación estadounidense disminuyó ligeramente en abril, ofreciendo alivio a los inversores y a la Reserva Federal después de que una serie de datos económicos a principios de año revelaran presiones sobre los precios latentes.
El índice de precios al consumidor, un indicador de los costos de bienes y servicios en toda la economía estadounidense, aumentó un 3.4% en abril respecto al año anterior, dijo el miércoles el Departamento de Trabajo. Los precios subyacentes que excluyen los alimentos y la energía volátiles subieron un 3.6% anual, el aumento más bajo desde abril de 2021.
Los inversores aplaudieron el informe, que estuvo en línea con las expectativas. Siguieron tres meses en los que la inflación fue más firme de lo previsto.
Los datos de inflación del miércoles también deberían permitir a los funcionarios de la Reserva Federal respirar más tranquilos porque sugieren que los precios y la actividad económica no se están reacelerando.
“Este es un informe muy reconfortante”, dijo Erica Groshen, asesora económica principal de la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell. “Es coherente con la visión de un aterrizaje suave”.
Por sí sola, la lectura del miércoles no será suficiente para cambiar los cálculos de los funcionarios de la Fed sobre si comenzar a recortar las tasas y cuándo hacerlo, lo que afecta los costos de endeudamiento en toda la economía.
Millones de estadounidenses todavía sienten la presión de los precios más altos. Los precios de la gasolina hicieron subir la inflación general, mientras que los consumidores continuaron pagando más por la vivienda en abril. Pero los aumentos interanuales de los alquileres se desaceleraron con respecto al mes anterior, una señal clave para los economistas de que un gran factor de inflación en los últimos años está disminuyendo.
Los costos de los alimentos y los vehículos también disminuyeron en abril con respecto al mes anterior, mientras que los aumentos de precios de la atención médica se desaceleraron.
