Pedidos de bienes duraderos de EE. UU. en diciembre +5.6% frente al -2.5% previsto.
Los pedidos de productos manufacturados aumentaron un 5.6% en diciembre debido a una serie de nuevos contratos para aviones de pasajeros de Boeing, pero la inversión empresarial volvió a ser débil en otra señal de una economía estadounidense corroída. Si se excluye el transporte, los nuevos pedidos cayeron un 0.1% el mes pasado. Además, una medida clave de la inversión empresarial también disminuyó por segunda vez en cuatro meses.
Los pedidos aumentan en una economía en expansión y se reducen cuando el crecimiento se debilita.
Detalles claves: Los pedidos de aviones aumentaron un 116%, compensando con creces una disminución del 31% en noviembre. Boeing recibió 250 pedidos después de solo 21 en el mes anterior.
- Este tipo de cambios son comunes en la industria a fin de año.
- La demanda de automóviles y camiones nuevos aumentó menos del 1%.
- El segmento de transporte es una categoría grande y volátil que a menudo exagera los altibajos en la producción industrial.
- Fuera del transporte, los nuevos pedidos disminuyeron por segunda vez en cuatro meses y solo por tercera vez desde 2021. Las reservas cayeron en la mayoría de las otras categorías principales.
- Mientras tanto, la inversión empresarial también cayó un 0.2% para marcar la tercera caída en cuatro meses. La tasa anual de crecimiento se ha desacelerado drásticamente en los últimos meses a 5.2% desde un máximo de 11% un año antes.
- Estas órdenes excluyen el gasto militar y las industrias automotriz y aeroespacial.
Panorama general: según algunas medidas, los fabricantes estadounidenses ya están en territorio de recesión. Han reducido la producción en respuesta a una desaceleración en los nuevos pedidos y podrían hacer más recortes si la economía continúa debilitándose.
El aumento de las tasas de interés es una fuente principal de la reciente debilidad. Los costos de endeudamiento más altos desalientan a los consumidores a gastar y a las empresas a invertir. Los hogares también han reorientado sus gastos hacia servicios como la recreación y lejos de bienes como la electrónica de consumo.