Unas 224,000 personas que perdieron sus empleos solicitaron prestaciones por desempleo la semana pasada, una cifra muy baja que sugiere que el mercado laboral estadounidense se mantiene en buen estado, incluso con las repercusiones de las guerras comerciales en la economía.
Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo, excluyendo a los trabajadores federales, disminuyeron en 1,000, hasta alcanzar las 224,000, en los siete días que terminaron el 22 de marzo, según informó el gobierno.
Una categoría diferente, que solo incluye a los empleados federales, registró unas modestas 821 nuevas solicitudes en los siete días que terminaron el 15 de marzo, frente a las 1,066 de la semana anterior. Estas solicitudes se reportan con un retraso de dos semanas.
Hasta el momento, no se ha registrado un aumento significativo en las solicitudes federales de subsidio por desempleo, a pesar de que, según informes, la administración Trump ha recortado decenas de miles de empleados gubernamentales.
Algunos empleados han sido reincorporados temporalmente por orden judicial, mientras que las demandas buscan anular los despidos. Las solicitudes de otros han quedado estancadas debido a las diferencias en la gestión de las solicitudes federales.
Detalles clave: El número de trabajadores desempleados que reciben prestaciones por desempleo disminuyó en 25,000, hasta alcanzar los 1.86 millones, según cifras ajustadas estacionalmente.
Estas llamadas solicitudes continuas han aumentado gradualmente en los últimos dos años, debido a que quienes pierden un empleo tardan más en encontrar otro.
El número total de extrabajadores federales que reciben prestaciones aumentó en 487, hasta alcanzar los 9,135, en la semana que finalizó el 8 de marzo, un 46% más que en la misma semana del año anterior.
Los empleados públicos reciben prestaciones de un fondo de desempleo independiente financiado por el gobierno federal, pero presentan sus solicitudes de desempleo en los estados donde residen.
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