El aumento de los contratos de Boeing y el afán de las empresas por abastecerse antes de la entrada en vigor de los aranceles de Trump impulsaron los pedidos de bienes duraderos estadounidenses en marzo, pero es probable que esta fortaleza se desvanezca rápidamente a medida que las guerras comerciales comiencen a hacerse sentir.
Los pedidos de bienes duraderos aumentaron un 9.2% el mes pasado, según informó el gobierno el jueves, lo que marca el mayor avance desde el verano pasado.
La demanda de aeronaves, principalmente aviones de pasajeros Boeing, impulsó el aumento. Los nuevos pedidos se dispararon un 139%.
Los pedidos de automóviles, metales y piezas metálicas también aumentaron, ya que los fabricantes de automóviles buscaron abastecerse antes de la entrada en vigor de los aranceles.
Si se omite el transporte, los pedidos se mantuvieron estables, lo que indica que los aranceles ya estaban surtiendo efecto.
La inversión empresarial, por su parte, aumentó apenas un 0,1%, medida por una categoría conocida como pedidos “principales”. Estos pedidos tienden a dar indicios del desempeño futuro de la economía estadounidense, y lo que muestran no es muy prometedor.
Según los economistas, cuanto más se prolonguen las guerras comerciales, mayor será la probabilidad de que la economía estadounidense se desacelere y la inversión empresarial disminuya.
Detalles clave: El aumento repentino en los pedidos de aviones Boeing podría revertirse en abril después de que China cancelara algunos pedidos en respuesta a los elevados aranceles estadounidenses.
Los pedidos de automóviles y camiones nuevos aumentaron un 2.3% en marzo, tras un aumento del 5.1% en febrero, un claro ejemplo de que los fabricantes de automóviles intentan evitar los aumentos arancelarios.
Los compradores de automóviles estadounidenses también han estado buscando adquirir vehículos nuevos ante posibles aumentos de precios.
La lentitud en los pedidos básicos en los últimos meses podría ser una señal de alerta. Estos pedidos dan una idea de cuánto están invirtiendo las empresas, uno de los pilares principales de la economía estadounidense.
Panorama general: Algunos fabricantes, como las siderúrgicas, han acogido con satisfacción los aranceles y podrían beneficiarse de una menor competencia extranjera.
Sin embargo, la mayoría de las empresas enfrentan costos más altos y podrían sufrir escasez de piezas si persisten las guerras comerciales, especialmente las miles de empresas que dependen de los suministros de China.
De cara al futuro: “El impacto de la incertidumbre comercial y los aranceles comenzará a notarse en el segundo trimestre”, declaró el economista Ali Jaffery, de CIBC Capital Markets, a sus clientes en una nota.









