Las ventas minoristas en EE. UU. aumentaron un 1.4% en marzo, el mayor incremento en más de dos años, ya que los compradores buscaron adquirir artículos de alto valor, como automóviles, antes de que los aranceles de la administración Trump pudieran aumentar los precios.
El aumento en las ventas superó las expectativas de Wall Street, pero no significa que la economía estadounidense esté libre de problemas. Las guerras comerciales amenazan con disparar los precios, impulsar la inflación y desacelerar la economía en los próximos meses si persisten.
El “adelantamiento” de los aranceles —cuando los clientes compran antes de lo previsto— también podría provocar una disminución de las ventas posteriormente, según los economistas.
Si se omiten los automóviles y la gasolina, las ventas minoristas en EE. UU. aumentaron un brusco 0.8% en marzo, según informó el gobierno el miércoles.
Detalles clave: Las ventas de autos y camionetas aumentaron un 5.7% en marzo, ya que los concesionarios de automóviles reportaron la mayor cantidad de autos nuevos vendidos desde 2021. Las empresas con flotas de alquiler aumentaron sus compras.
Las ventas de automóviles representan una quinta parte de todas las ventas minoristas.
Las ventas en gasolineras cayeron un 2.5%, principalmente debido a los precios más bajos en las gasolineras, algo positivo para los hogares estadounidenses.
La mayoría de los demás minoristas reportaron mayores ventas, aunque el aumento en el segmento de grandes tiendas en línea fue de tan solo un escaso 0.1%.
Quizás la categoría más crítica, las ventas en restaurantes, mostró los resultados más positivos para la economía. Las ventas aumentaron un 1.8%, impulsadas por un clima más cálido, y se recuperaron de una mala racha en los dos primeros meses del año.
Las personas tienden a comprar más comida preparada cuando tienen confianza en la economía. Salen a comer menos cuando están ansiosas o preocupadas por la economía.
Panorama general: Es probable que las primeras señales de estrés derivadas de las guerras comerciales se reflejen en el gasto de los consumidores, y los minoristas están a la vanguardia. Muchos venden productos importados de China y otras partes del mundo que son populares entre los consumidores, como televisores, computadoras, teléfonos celulares, ropa y calzado.
De cara al futuro: “Es probable que los minoristas se hayan beneficiado aún más de los compradores que intentaron adelantarse a los precios más altos prometidos por los aranceles”, afirmó Elizabeth Renter, economista sénior de NerdWallet. A medida que avance el año y suponiendo que los nuevos aranceles se mantengan vigentes, es probable que la demanda de productos minoristas se enfríe a medida que el aumento de precios se traslade a los consumidores.
